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Huevos de Cemento para el vino...

  • sebastianguerrera
  • 16 ago 2016
  • 3 Min. de lectura

Fermentación en huevos de cemento.

Una de las meta es lograr aromas mas intensos. Uno de estos huevos pesa 1,8 toneladas aunque ya hay de otras medidas.

A través del cemento armado le llega oxigeno al vino, lo cual ayuda a una mejor crianza. El oxigeno penetra en barricas de madera, quedando muchas veces un indeseado sabor a madera. En los tanques de acero es relativamente poca la posibilidad que madure el vino.

Los neutrales huevos de cemento armado son por lo contrario mas adecuados para la micro oxidación.

Son ánforas de cemento. Inspiradas en las tinajas romanas y fenicias, están fabricados en la Borgoña por Nomblot, firma que también las fabrica elípticas, piramidales y tronconónicas.

En los últimos años se están multiplicando las cubas en forma de huevo muchas regiones vitivinícolas.

Las modernas cubas ovoides hormigonadas son las preferidas ahora por los viticultores biodinámicos, puesto que según sus elaboradores dan una crianza diferente y mas compleja a los vinos, que en los típicos cubas de hormigón o de obra, además de un sutil movimiento interior de las lías y moléculas del vino (que no se da en barricas) y que captan mucho mejor las energías del lugar (los huevos de hormigón), etc.

Es un deposito donde el vino en la fermentación mantiene las lías en suspensión sin entrar en contacto con el oxigeno, sin necesidad de batonajes, remontes. El vino se hace prácticamente solo!!

Estas cubas de silueta orgánica albergan pequeñas producciones (1.100 litros, 900 botellas) cuya elaboración se controla fácilmente. Son cubas que respiran, permitiendo una microoxigenación natural y ahorran energía.

Los depósitos de cemento no sólo evitan el excesivo sabor a madera de las barricas sino que también aportan una excelente micro oxigenación que ayuda a suavizar los taninos y también por su forma oval es capaz de mantener las lías en suspensión aportándole una buena complejidad al vino. Otro punto a tener en cuenta es que el vino no entra en contacto con resinas, acero u otros elementos, tan solo con el hormigón.

DEPÓSITOS DE HORMIGÓN

Se construyen en hormigón armado con la última capa interior de cemento puro. Se utiliza mucho para almacenar. Para elaborar tienen que estar revestidos, aislados, ya que la acidez del vino corroe el hormigón y se enriquecen los vinos con calcio, formándose TCa o THK y precipitando.

Modos de revestirlo: – Alicatado, da problemas por las juntas. – Franqueado: tartarizar con varias capas, mínimo 3, de ácido tartárico al 25%. – Resinas de epoxi: Se limpian bien, igual que los de acero inoxidable pero exigen vigilancia ya que se pueden formar ampollas o grietas que pican el vino. Las resinas actuales son permeables. Antiguamente, eran impermeables mientras que los depósitos transpiran con lo que se originaban problemas.

Ventajas: – Si están bien recubiertos tienen buena hermeticidad y se comportan como recipientes neutros. – Duración larga y baratos. – Se pueden utilizar para vinificar (con frío) y almacenar. – Hoy por hoy sólo se utilizan para descubar, almacenar. – Más fáciles de limpiar que los de madera. – Se construyen in situ y se adaptan a la forma de la bodega aprovechándose el espacio. – Mucha inercia térmica que, teniendo frío, es una ventaja. – Si se utiliza para fermentar hay que procurar que estén separados para que no se junte el calor y para que tengan cámaras de aire, evitando humedades (aportan olores a moho).

Inconvenientes: – Si están mal franqueados enriquecen el vino en calcio y hierro. – Requieren mantenimiento. – Son fijos. – Se acumula mucho calor, siendo necesario serpentines o placas con frío. – Si están en zonas subterráneas y con humedad hay que procurar que no toquen paredes o suelo.

fuente: http://onia.com.ar/web/huevos-de-cemento-para-el-vino/


 
 
 

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